lunes, 21 de abril de 2008

Principios

Muchas de nosotras pensamos en crueles venganzas por ofensas, reales o imaginarias, que se han cometido en el hogar (o en la relación, del tipo que sea): negligencia criminal al ensuciar todas las superficies imaginables de la casa; gruñidos en todos los tonos; desprecio, desaliño, desapego o cualquier otra que empieze por "des"; falta de atención; demasiada atención ( léase agobio) y así, en una espiral sin fin hasta donde querais llegar.

Afortunadamente la mayor parte no ponemos en marcha nuestros sueños de venganza porque, por lo general,tenemos una idea poco realista de lo que es.Pensamos que es un punto definitivo que, nuestros hombres, entenderán como un momento de desagravio que les hará decir: " lo siento cariño, he metido la pata, pero no lo volveré a hacer".
Despertemos, ¡¡ningún hombre ha pronunciado jamás estas palabras!! (en general, ya hablaremos de las excepciones)

La venganza definitiva no existe. Si "pones a alguien en su sitio" lo más probable es que quiera salir de él echando virutas. Y en cuanto lo haga irá a por ti para vengarse, así que luego tendrás que vengarte de su venganza... ¿ Lo vais pillando?
Es un mareo y recibe el nombre de Principio de la Venganza Eterna.

Por este principio sólo se llega a una vida llena de discusiones, de las cuales tampoco tenemos muy claro el sentido. La mayoría piensa que las discusiones son para ganarlas, pero no. Las discusiones son para discutir.
Ganarlas siempre no te lleva a ninguna parte. Es como ganar una guerra nuclear,¿qué es lo que queda después? Pues eso.
Así que a veces hay que saber perder, a lo mejor vuestro chico va y os sorprende diciéndoos "vale, vale, tienes razón". Por lo menos intentadlo porque, por muy listas que os creáis, no existe fuerza en el universo que os permita conservar la dignidad en una discusión. Porque, ¿sabéis?, cuando la gente discute suele perder el control y con ello algunas cosas más.

Aunque hay quien asegura que una buena discusión de vez en cuando mantiene viva la tensión sexual. Parece ser que a los hombres les resulta muy erótico verte hecha una fiera. En muchas ocasiones saben que tienes razón , pero les encanta tu visión despidiendo chispas y veneno. Les pone.
Pero decidme, ¿quien puede ponerse juguetona y tierna después de haber estado soltando exabruptos como una loca? Salvo que presente un claro trastorno de doble personalidad, por supuesto.

Yo particularmente prefiero que me aviven con otro tipo de fuego.

Asi que pensaos muy bien en adelante cuál es en realidad el Principio por el que quereis regir vuestras vidas.¿Qué tal el de la reflexión en grupo ?, ¿ o el de los vasos comunicantes? más conocido como el de la charla permanente. Y para casos muy avanzados también está el archiconocido principio "a la sabiduría por la meditación", puede que no os solucione nada, pero relaja.

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