lunes, 28 de septiembre de 2009

Lloviendo a mares

Me encantan estas tardes lluviosas y grises. El ambiente se ha vuelto fresco y no apetece salir.
Así que estoy en casa, con la princesita que estudia, o hace como que estudia porque se entera de todo. Y con mi pequeñín, Javier, que ha se ha conectao su ordenador justo aquí a mi lado y nos pone música a la carta.
Rachmaninov, Shostakovich, Bach.......y cuando menos te lo esperas Queen.

Cada uno comenta lo que está haciendo y nos nutrimos de las cosas de los demás. Es estupendo.

¡Vaya! ahora toca Grieg.......me encanta.

Hacia tiempo que no pasábamos una tarde tan tranquila y tan fructífera.
Porque hacer cosas con lo tuyos, aunque cada uno vaya a su bola, alimenta el espíritu.

Y aún podemos jugar al trivial, al parchís, o simplemente charlar.

Me gustaba hacer esto con mis padres, por eso ahora que nuestros niños lo hagan conmigo me llena de una profunda y alegre satisfacción.

¡Podría estar lloviendo una semana!

Y no os enfurruñéis porque llueve y no podéis salir de casa, aprovechad ésta oportunidad
para disfrutar de la compañía de vuestros hijos.
Se harán mayores demasiado pronto.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Un mar de preguntas

¿Dónde está el límite soportable de incomunicación?

¿Cuando sabes que has llegado al final?

¿Es preciso que te duela o puedes acabar civilizadamente?

¿Porqué es imposible que todos tengan razón?

¿Siempre se ve oscuro al otro lado?

¿Alguien tiene las respuestas adecuadas?

¿Puedes rehacer el pasado?

¿Siempre tienes que esperar?

¿A dónde se va lo que pierdes?

¿Cuantas veces tienes que estrellarte?

¿Se puede vivir renunciando a los sueños?

¿Porqué perdemos siempre las instrucciones?

¿Eso que siente el alma es la esperanza?

¿Escuchamos lo suficiente?

¿Puedes pedir un milagro.....y que suceda?