jueves, 1 de marzo de 2012

Yo a lo mío...



No sabéis lo que sube esto la moral.
¡Deberíais probarlo!

sábado, 7 de enero de 2012

Dieciocho meses

Pues no me había teletransportado a Marte ni me había dado un jamacuco, no. La verdad verdadera es que esto de escribir me daba una pereza..... no, pereza no ¡lo siguiente! Y ya es raro en mí, pero a veces pasa que la vida te absorve y poco a poco dejas de hacer algunas cosas. Que no es dejar de lado lo fácil ¿eh?, que soltar por aquí mis cosas no siempre es fácil, mayormente porque se me amontonan la ideas y me cuesta mogollón organizarlas, es simple y llanamente que cuando me agobio tengo que parar y respirar, tomar un poco de espacio y  recargar las pilas. Pero quiero dejar constancia que eso no hace que me olvide de vosotros, amigos del ciberespacio, que tan buenos ratos me habéis hecho pasar.

Os debo todos los buenos deseos para este año que empieza que, aunque tardíos, os tomaréis con todo el cariño con el que os los envío. Y un poco de tiempo para ponerme al día en vuestros blogs, que algunos sois insaciables....jejeje.

Yo tengo por delante un año que promete, cuanto menos, ser muy interesante. Como ya os dije tengo una boda en Octubre, que al final no es de mi niña, no...¡¡es de mi pequeñín!! Definitivamente a mis hijos les ha atacado un virus mutante. Marieta, finalmente ha atrasado su boda a Mayo del 2013, así que eso es lo que tengo por delante, dieciocho meses. Cuando pasen habré cerrado un pasaje de mi vida y todos los pajarillos habrán abandonado el nido. Que no es que ahora estén mucho aquí, pero ya sabéis, será su aparente adiós definitivo, montarán su propio nido.

Me emociona verles hacer planes y sobre todo ver que son felices con sus vidas. ¿Y yo qué? ( igual alguien se lo pregunta). Pues yo , como siempre, seguiré disfrutando de mi trabajo, de mis amigos y de mi familia. De la música, de los chuchis que seguirán conmigo, de un buen libro y de vosotros.
Y viajaré...

Nunca se sabe, igual voy y decido enamorarme. Para seguir con la fiesta ;))

viernes, 18 de noviembre de 2011

Tres en una.

Que mi niña se venga sin avisar ya no es sorpresa, salvo por la carita de boba que se me queda cuando la veo aparecer en la puerta de mi casa, la tónica habitual ya es que se presente de repente y nos pille a todos desprevenidos.
Sin embargo, este último viaje ha tenido dos sorpresas más.
Una, más o menos esperada, era comprobar que tal se llevaban su Golden adoptado y miedica, con la familia perruna española. Coser y cantar. Vamos, como si se conocieran de toda la vida. Saltos de alegría y todo que daban los pobres al verse. Salvo porque andaba todo el rato con un apéndice pegado a su culo ( Chucho , que es un obseso) la mar de bien.

Pero la tercera sorpresa....jajaja....esa sí ha sido buena. ¡Con decir que no se la esperaba ni la propia interesada!
Y es que su novio, que habla mucho menos que mi morenaza  y no va dando cuartos al pregonero sobre sus intenciones, la sorprendió con un anillo....¡Sí!¡ Se casan!

Así que, en una fecha aún no concretada de finales del 2012, nos toca bodorrio. Y lo mejor de todo es que no tendré que hacer nada, es el privilegio de la madre de la novia, tocarse las bowlings.
Bueno, eso y ponerse estupenda de la muerte, faltaría...

Hay quién asegura que es demasiado joven, pero siempre he dicho que carga a gusto no pesa. Así que si mi niña ha decidido irse al extranjero, trabajar, estudiar y, ya de paso, montar una boda en el tiempo libre que le queda, lo lógico es que esté segura de que lo hace porque  quiere, porque lo quiere (al novio) y porque es lo que la hace feliz. Así que yo me limito a aplaudir y, aunque sólo sea para que no digáis cómo me paso, ayudar un poquito en algo, venga.
Al menos no hago como el resto de la familia, que cuando les dijo que tenía que darles una noticia, se decantaron rapidamente por un embarazo. Siempre poniéndose en lo mejor....animalicos.

Y después os extrañaréis de no verme por aquí.....

sábado, 5 de noviembre de 2011

A lo chico

Hete aquí que llega una vez más el cambio de estación y, cómo no, que te encuentra entretenida con otras cosas, así que cuando llegas a ponerte a ordenar las cosas y cambiar la ropa de temporada, variopinto suceso que ocurre dos veces al año, o estás ya constipada o te falta poco.
No se a vosotros, pero a mi ya hace varias décadas que me pasa lo mismo, las cosas desaparecen misteriosamente o se empeñan en abultar la mitad de lo que lo hacían antes.
No me digáis que no habéis pensado más de una vez donde estará aquella camisa azul  que os gustaba tanto o la dichosa rebequita que no te quitabas ni a sol ni sombra el invierno pasado.
Lo que yo os diga: los armarios están llenos de duendes.

Muy simpáticos ellos, juegan a tenerte horas buscando unos zapatos " que te juro por Snoopy que guardé en ese altillo". O van recortando las chaquetas que antes te sentaban maravillosamente. Ahora te falta un poquillo de ná para abrocharlas," si dejo de respirar igual no mato a alguien cuando el botón salte despedido", piensas muy bondadosa contigo misma.
Pero lo más gracioso es que seguro que van por ahí diciendo que somos nosotros, que nos empeñamos en no dejar de crecer. ¡Una ja! Se comen la mitad y luego quieren que  quepas...¡desalmados!

Seguro que alguien se ha pasado sus buenos días buscando un jersey " que molaba mogollón para los vaqueros", mientras su madre o su mujer lo miraban como si no supieran de qué habla.Dos seres humanos confabulados perpetuamente con los duendes, no sé porqué extraño motivo... sino que le pregunten a mis niños.
O se ha encontrado de repente con que le devuelven " aquella camisa que compraste para compartir y que me llevé, aunque nunca me la puse". Maja la niña ... tres inviernos pensando dónde estaría la dichosa camisa. Aayysss...
Lo más alucinante es cuando sacas aquella cazadora que no te hubieras quitado ni para dormir y piensas "¿de verdad me ponía esto?", "¿porqué me parece tan hortera de repente?", e irremediablemente llegas  a la pregunta fatídica: " ¿me estaré haciendo mayor?"
¡Malditos armarios y sus duendes!

Así que he decidido apuntarme al club verde, ¿os acordáis del anuncio de la tele?, pues eso: a partir de ahora, mi armario estará lleno de Heineken.  He dicho.
Ya que no puedo con los duendes, los tendré de juerga perpetua.

jueves, 13 de octubre de 2011

La noria


Pues otra vez haciendo planes...

Esto es pasar de la dejadez más absoluta a un no parar.

Ya sabéis, igual estás abajo que te encuentras con un subidón estratosférico.

Y sólo es el principio....

miércoles, 5 de octubre de 2011

Lo tengo claro

Leído hoy:

No sabría yo decir si la duquesa se ha comprado un novio, como dicen las malas lenguas. En lo que si coincido es que el noviazgo le ha sentado como dios.
De ir por ahí como una ancianita encorvada o en silla de ruedas, ha pasado a ir tan plimplante con sus biquinis y sus vestidos jipiosos, con ese señor del brazo demostrando que no hay nada como un nuevo amor para quitarse años de encima. Nada de liftings, ni de quirófanos, ni de cremas, no hay nada que se compare con un nuevo novio para que resplandezcas como un árbol de navidad y, si es joven, bien  plantao, discreto y presentable, habría que estar loca para no quedárselo. Y aunque a veces Cayetana nos lo parezca....de loca tiene bien poquito.

La gente dice de todo: que si ella es muy mayor, que si él va a por su  dinero; que si los hijos no lo aceptan...
Sí, sí. Ya quisieran muchas casarse a los 85 ( o a cualquier otra edad)...la ilusión de los preparativos, el vestido, los invitados... Y la despedida de soltera con barriles de cerveza, según cuentan. ¡Vaya subidón!
Un regalo que te da la vida cuando, supongo, ya no esperas nada de ella.¿Qué más da si él lo hace por amor, por estatus, o por ir de viaje a las Seychelles?

Dije una vez que quería ser Elena de Troya, pero he cambiado de opinión. Yo de mayor quiero ser la duquesa de Alba. No digo que me gustaría casarme a los 85, porque significaría que ando soltera, divorciada o viuda, pero envidio esa capacidad de exprimir la vida hasta el último momento.
No todos podemos ser Cayetana de Alba, ni tener su dinero y sus posibilidades de ponerse el mundo por montera si le apetece, pero todos podemos aprovechar las cartas que nos hayan tocado en suerte y luchar por ser felices.

Y si a los 55 me hacen unas fotos desnuda, sin michelines ni celulitis, ya sería la pera.

Señora duquesa....felicidad y larga vida. Vale,  a estas alturas ya no será mucha, pero...¡que le quiten lo bailao!