viernes, 25 de febrero de 2011

Mediterráneo

Viernes, 17 horas, 23'5 ºC, y parece que va a seguir así.
¿Y si me voy a la playa?
No habrá bullicio, ni aglomeraciones. El sol calienta , pero no demasiado.  La brisa en la orilla aún será fresca.
Pasear....
Por un día, cambiar el verde de mi ventana por el dorado de la arena y el blanco de la espuma.
Mientras mis ojos intentan averiguar que hay más allá del horizonte.



Así es la playa que a mi me gusta. Sólo el mar y yo. Aunque Neptuno sería bienvenido. A veces son necesarios los dioses.

5 comentarios:

pseudosocióloga dijo...

Espero que ni hayas dudado y ahora estés con los pies en remojo.

Meg dijo...

Así es cuando disfruto yo de la playa, cuando puedo pasear sin que esté muy llena de gente, lo cual ocurre pocas veces aquí en el sur :-S Un besote!!

juan andrés estrelles dijo...

Un tranquilo y relajante paseo junto al mar disfrutando del tiempo y de la soledad. Una sensación muy placentera la que describes. Que me ha traído un montón de gratos recuerdos y un punto de nostalgia. Durante años tuve ocasión de disfrutar de la situación que describes. Ya casi la había olvidado por completo. Pero hora leyendo tu post, anhelo por repetir la experiencia. Gracias por hacerme recordar aquellos momentos.

P.D
Estoy con la pseudo. En lo de que tus acertados resúmenes de historia podrían ser una herramienta pedagógica a tener en cuenta. Un abrazo.

una gata en jerusalem dijo...

Que envidia, con dioses y sin ellos

El guardian del Faro dijo...

Pues sí, chic@s, aunque lo bueno siempre dura poco. Ha vuelto el frío. Esperemos que sean los últimos coletazos del invierno. ;)

besos a todos