viernes, 11 de febrero de 2011

historias de la Historia

Ramiro no estaba destinado a ser rey, ni siquiera se lo había planteado. Él había abrazado la vida religiosa. Pero su hermano se empeñó en morirse sin descendencia y en otorgar un testamente inaudito: ¿heredar un reino tres ordenes militares?...¡en qué estaría pensando!


Ramón tenía bastante con lo suyo, que para la época ya era, ya. Posiblemente, le fuera más pensar en hermosas cortesanas y en cazar, o en mantener sus posesiones en orden. ¿Qué va a pensar uno a los 23 años?


Pero a Ramiro le tocó apechugar y ceñirse la corona, amén de pedir dispensa papal para contraer matrimonio porque…sin heredero ¿pa qué meterse en tamaño fregao? Así que casóse y llegado el momento tuvo: ¡tachán!...una hija.  Petronila de mis entretelas, debió pensar, ¿cómo arreglo yo esto?

Y entonces conoció a Ramón, y le pareció majo, y sensato y de buen linaje y…¿porqué no?.


“Mira Ramón, vamos a hacer un trato que seguro que puede prosperar: tú te prometes en matrimonio con mi hija…sí, ya sé que sólo tiene un año, pero ya crecerá. Yo te nombraré príncipe de Aragón y haré que mis súbditos te obedezcan, pero el rey seré yo ¿eh?, hasta que mi hija pueda reinar. Tú, a cambio, anexionarás tu condado a mi reino, salvo que  mi niña muriera - Dios no lo quiera- entonces lo puedes recuperar. ¿Te hace?”
Ramón no se lo tuvo que pensar mucho, que era listo y eficiente en sus cosas. ¿Un condado a cambio de gestionar un reino? ¿Con la de posibilidades que eso tiene?
Así que le dijo: “¿Dónde hay que firmar?”
Quedamos en Barbastro, dijo el rey, que me queda más a mano, el 10 de Agosto si no tienes nada en la agenda. ( año 1137).
Y lo hizo bien ¿eh?, que nadie tuvo que decir ni mú de Ramón y menos su futuro suegro, que pudo volver al monasterio desde donde controlaba más que la Merkel.

Cuando la niña cumplió 14 años, pudieron casarse al fin, Ramón tenía 37. A pesar de la diferencia de edad se lo pasaron la mar de bien juntos y tuvieron  hijos y todo eso. Y estuvieron juntitos hasta la muerte de Ramón, fíjate que pena que se murió el primero.
Entonces Petronila le dijo a su padre : “mira papá, yo sin mi Ramón como que no tengo ganas de reino, se lo voy a pasar al niño que ya está mayorcito y me dejáis de gaitas".
Y se fue al convento, que era lo más cool de la época.

Ramiro, más feliz que una perdiz, vió coronar a su nieto Alfonso y la anexión indisoluble del condado de Barcelona al reino de Aragón.
Y muriose en la paz de Dios y del deber cumplido a los 70 años.


( ¿Que os lo habían contado al revés?.....la memoria, que es muy mala).


Pd: La vida de Ramiro II el Monje, con campana o sin ella (una leyenda urbana de la época) fue de lo más interesante. Os la recomiendo.

8 comentarios:

HombreRevenido dijo...

Muy bueno. Lo curioso es que todo lo que cuentas está documentado por escrito. Pero para muchos la realidad no es importante si se trata de cambiar la historia a su gusto.

Es un bonito ejemplo de dos pueblos que se unen sin conquistas, sin agresiones ni violencia. Pero eso de que fuera la Corona de Aragón se lleva muy mal. Y mira que es sólo un nombre, pero nada, es un nombre molesto.

La leyenda de la Campana es brutal (yo la representé en teatro de niño).

Josep Capsir dijo...

Pues digo yo que padre e hija no estaban mucho por eso de reinar; teniendo en cuenta que por esas fechas, en las que extrañamente no había nacido ni Marujita Díaz, era todo un chollo ser el rey.
Las historias son de la realidad de quien nos las cuenta, aunque seguramente habría que haberlo vivido para saber exactamente de que iba todo el cotarro.
Muy ilustrador, jeje.
Besos

El guardian del Faro dijo...

Me cae bien el Ramiro , Hombre... puesto en términos modernos podríamos decir que era un gran hombre de empresa:
No formado expresamente para la gestión, pero bien instruido y con extraordinario compromiso con el proyecto, hasta el punto de ponerse al frente y defenderlo.
Con una gran capacidad para gestionar a la dispar composición societaria, tan sólo unos leves retoques y una "ampliación de capital". Con gran habilidad en la gestión de los recursos humanos, de hecho ni libró ni una sola batalla, todo se ihzo por razonamientos y pactos.
Y su criterio para la seleeción de personal raya la excelencia: ya me dirás si no cómo puntuarías que encontrara novia para la niña y un gestor honrado y efeciente, todo en una tacada.¡Pa nota!
Pero su implicación para dotar de continuidad a la empresa supera lo imaginable. Al menos yo me imagino a un monje lanzado al fornicio, exclusivamente con éste fín y me parece lo más del sacrificio. ;D
¡¡Y todo en tres años!!

Algunos de nuestros "reyezuelos" actuales deberían tomar nota, en vez de seguir totalmente inoperantes y absolutamente ineficaces.

El guardian del Faro dijo...

Las historias, Josep, si son educativas da igual quien las cuente. Deberían servirnos para aprender.

besos

pseudosocióloga dijo...

Y así se escribió la historia.

juan andrés estrelles dijo...

Estupendo repaso de historia, entretenido y ciertamente muy didáctico. Coincido con vosotros en que es una lastima que no se tome como ejemplo más a menudo. Sería la leche que alguna vez alguno de los que mandan –unos y otros- y que se supone que lo hacen defendiendo nuestros derechos. Tomara nota de los planteamientos e ideas que en su momento si funcionaron en nuestra historia. Un abrazo.

El guardian del Faro dijo...

No sé, Juan Andrés, ¿crees que servirá de algo si les enviamos varios tomos? ;D

Meg dijo...

Me ha encantado!!! Desconocía el tema y me ha interesado bastante, gracias!!