miércoles, 20 de octubre de 2010

Menuda castaña....

A veces me gustaría ser una reverendísima hija de puta.

( No pretendía molestar, lo de reverenda no va con segundas).

10 comentarios:

pseudosocióloga dijo...

No vale la pena...¿o sí?

El guardian del Faro dijo...

Pues no se....así a toro pasado....creo que es mejor pensar eso a que soy completamente gilipollas ( como diría D. Fernando).

Te susurraré... dijo...

Yo creo que sí compensa, a veces ser una hija de puta te da cierta satisfacción interior...

El guardian del Faro dijo...

Eso pensaba....salvo por los daños colaterales. Al final tienes que pensar en todo.
;)

Maria dijo...

¡Eso es lo que digo yo muchas veces! Incluso llegúe a intentarlo seriamente: me compré "El manual de la perfecta cabrona" y otro que se titulaba algo así como "Mujeres malas en la historia". Y...¡nada! que para esto de llegar a hija de puta hay que saber y una es muy cortita para estas cosas. No sé por qué me da la impresión de que, para esto, tú tampoco andas con muchas luces.

Un beso

El guardian del Faro dijo...

Joer...¿tanto se me nota?.
¿Y tampoco hay cursos o algo así?: " Como sacar su mala leche de paseo sin escrúpulos". Por ejemplo....

besos

Anónimo dijo...

Lo peor es que a veces es necesario serlo...

Besos.

El guardian del Faro dijo...

Si, Jauroles, eso es lo malo. ¡Con lo monísima que estoy cuando sonrío!

;DD

Marieta :) dijo...

Vosotros id a su casa y dejad trastos por el medio y vereis si sirve o no para sacar la mala leche....
No quiero decir na!
;)

El guardian del Faro dijo...

Si alguna vez quise mantener el misterio, nada como una hija para estropearlo....
Marieta, guapa...¿tienes que decirlo todo?
¡jajaja!

Por cierto: ¡¡¡que voy pallá!!!
muaaaaaaaakkkkss.