lunes, 27 de septiembre de 2010

Ojalá que llueva café

Que corran manantiales de pasión desbordada y que las manos se nutran de lujuria aterciopelada.

Que las bocas se llenen del néctar de otros cuerpos y los ojos se emborrachen de la belleza de la entrega.

Que se multipliquen las posibilidades y se reduzcan las distancias.

Que seamos invitados al festín de la vida y nos demos un atracón de ambrosía y placer.

Que abramos las compuertas y arrasemos con todo, sin otro fín que ser al unísono.

Con la certeza de que nunca nos saciaremos ni nos cansaremos de intentarlo.

Y, cuando ya no podamos más, abrazarnos cálidamente mientras inventamos nuevas formas
de jugar, aunque fuera siga lloviendo.

7 comentarios:

Maria dijo...

¡Ojalá!

Besos

Tom dijo...

Me quedo con la segunda!!! jejeje

El guardian del Faro dijo...

Maria, a menudo se nos olvida que sólo depende de nosotros mísmos.

No tenías que elegir Tom...todas son posibles.

besos con pasión

Anónimo dijo...

Que llueva! que llueva!!

Besos.

El guardian del Faro dijo...

Tu tienes suerte, Jauroles, a ti ya te llueve.
¡Y lo que yo me alegro!

besos

Spirit dijo...

Que suerte tiene quien en la lluvia, o el fin del mundo, o el sol, se refugia en unos brazos, o unos besos, o en un cuerpo...

Puestos a morir, mejor en los brazos del cielo.

El guardian del Faro dijo...

Sin palabras Spirit....gracias.

Te debo un abrazo.
;)