Donde pongo el ojo.......

Este calor inhumano me está achicharrando las meninges. O se me están oxidando las conexiones con el consiguiente cortocircuito neuronal. ¿Pues no voy por ahí viendo lo que no veo?. Porque ya sabeis que no son los ojos los que ven, es el cerebro. Así que, cuando tengo que mirar tres veces para convencerme que he visto lo que me dice mi cerebro y me doy cuenta de que no he dado ni una, pues me preocupa oye.....¡que soy joven para estar senil!
Y claro, me encuentro sorprendiéndome repentinamente a mi misma, abriendo los ojos como platos y haciéndome reflexiones absurdas en milésimas de segundo , para acabar convencida de que estoy como una cabra.

El otro día por ejemplo, iba paseando tan ricamente cuando leo en la marquesina de la parada del autobús: " 95 mejillones te damos las gracias". Y sigo andando y, claro, mi cerebro que aún conserva algo normal empieza a toda velocidad : ¿Porqué narices me tienen que dar las gracias los mejillones?¿habrán hecho una campaña para que dejemos de comerlos o algo y yo no me he enterado?.
Hasta a mí me parece absurdo a la par que increíble, asi que vuelvo sobre mis pasos......y eran 95 millones......¡acabáramos!.....que mania de añadir letras ¡jolín!. Y no me pregunteis qué me agradecían porque con el alivio de haber puesto fin a mis tribulaciones ya no le dí importancia.

Dos días despues me cruzo con una furgoneta pintada primorosamente con pececitos azules y un letrero que decía: "Salones Olivas, lo mejor para su mesa" . Y, como yo soy, mi cerebro lo ve y lo rechaza al tiempo.
Y otra vez con lo mismo: ¿Habrás desarrollado un método para que te quepa tooooooodo el salón en una mesa? ¿no era al revés, metes la mesa en el salón y santaspascuas? ¿y porqué te ha salido un sarpullido de peces?. ¡Ooooooh!, esto no me gusta.......
Cuando vuelvo a mirar...Salazones Olivas.
Anda mira, ahora he ido y he quitado letras. ¡Joer!, estoy pa que me encierren.

Y es que no es bueno andar por el sol a las dos de la tarde sin haber almorzado, ni estar pensando en tres mil cosas al mismo tiempo y sobre todo no fijarte por donde andas, que ya he tenido que sortear dos farolas, un puesto de la once y un carrito para trillizos en el último segundo.

Eso sí......pisando fuerte, como si supiera adónde voy.