jueves, 24 de junio de 2010

Circulen....¡leñe!

Si hay algo que me pone de un genio irracionalmente tremebundo, que me lleva a la histeria incontrolable de querer atizarles a ver si espabilan y a sangrar hacia dentro de tanto morderme la lengua... son los mansos.
¡Oh, por dios!....¿qué clase de sangre tiene esa gente? ¿o qué tipo de ceguera?

Porque dá igual dónde te los encuentres, van a la suya sin darse cuenta de que el mundo gira a toda velocidad y de que, a veces, los demás no tenemos más remedio que girar con él. ¡Se la suda!.

Para muestra:
Dos de la tarde y cinco minutos, que es lo que me ha costado ir desde mi oficina a Mercadona. Voy siempre a estas horas tan bobas porque, a pesar de lo que haya dicho, a mí no me gusta hacer la compra. Y aguantar colas menos.
Así que allí estaba, llenando la cesta a toda velocidad porque había cuadrado mi horario al milímetro y si me daba prisa aún podía llegar a casa pronto, hacerme algo de comer medianamente digno, darme una ducha rápida, cambiarme y estar en la capi a las cuatro de la tarde ( vivo a 40 km).
Y entonces llego a la caja...¡¡y allí está ella!.
Debía haber sospechado al verla sola y, sobre todo, porque todo el mundo estuviera ocupando el resto de cajas en servicio. Pero las prisas no son buenas y, cuando quise darme cuenta, comprendí que los dos o tres mil que lo habían intentado fueron más hábiles emigrando a otras cajas.

¿Cuánto tiempo hace falta para sacar del carro y embolsar veinte articulos?
Primera mirada furibunda.
Y va y se pone a charlar con la cajera...¿será posible?.....a ver... que no estás de café con una amiga, deja de interrumpir su trabajo ¡petarda!.
Segunda mirada furibunda.
¡Anda leche!...que ahora va y no encuentra su tarjeta de crédito entre los cienes y cienes de artículos varios que lleva en el bolso. ¿Quieres que te ayude a buscar, chata?
Tercera mirada furibunda.

Y mientras, mi lengua a punto de ser seccionada por mí misma por no soltarle un alarido que la plante en la calle en -1.
¡Y las ganas de soltarle que, eso que ella lleva, yo lo arreglo por categorias al tiempo que lo embolso en centésimas de segundo!

Pero el colmo ha sido cuándo se me ha quedado mirando con ojos de cordero degollado y sonriéndome intentaba que participara en la conversación. ¡¡Que no me des palique!!... ¿no ves que quiero estrangularte?.
O en el tiempo que llevo aquí se me han acabado marchitando las miradas furibundas o esta tia es miope.

Mira guapa..¿qué tal si la próxima vez vas a comprar mientras todo el mundo corre haciendo otras cosas?.
Yo, al menos, me he quedado con tu cara.....y no volverás a fastidiarme haciéndome comer de pie mientras me seco el pelo, para acabar llegando tarde.

Y lo que nunca, nunca te perdonaré... es que no haya podido sentarme, mis dos minutos treinta segundos de sillón favorito, mientras me fumaba el cigarrito de mediodia.

5 comentarios:

Gal dijo...

yo por eso ya no me apuro si llego tarde, total, no es mi culpa.
ayy ese vicio...jejeje aunque si es cierto que los placeres insatisfechos dejan de mala leche!
besos!

Maria dijo...

Hay personas que disponen del tiempo de los demás como si fuese propio. Son una especie de ladrones de minutos. Y, la verdad, es que el súper es el ecosistema por excelencia de esta fauna. Claro, juegan con ventaja, saben que el siguiente de la fila no tiene apenas recursos para combatirlos.

Anónimo dijo...

Psar por caja lo mas rápidamente posible es todo un arte... la verdad...

Si te sirve de consuelo... siempre tengo la sensación de que me pongo en la caja lenta... diossss...

O si no cuando estas en un atasco... y te cambias de carril justo cuando por el que ibas empieza a circular... Diosss... yo termino cambiándome 17 veces de carril.... por lo menos...

Hgo.

El guardian del Faro dijo...

Y que lo digas, Gal, y que lo digas......

Hola Maria, ecantada de verte por aquí.

Gracias Hugo, creía que era yo la única impaciente..Jajajaja!

Besos para todos

Hyku dijo...

Depende de la ciudad, del momento y del grado de ansiedad...
como se suele decir...que los dioses me den paciencia, pero que me la den ya.

Besos tranquilos